Publican primer atlas oficial de Áreas Protegidas de Colombia
Publican primer atlas oficial de Áreas Protegidas de Colombia
La Unidad Administrativa de Parques Nacionales Naturales, con el apoyo de la empresa privada, publicó recientemente el Atlas del Sistema de Nacional de Áreas Protegidas Continentales en Colombia.
Esta primera publicación en su género que se hace en el país recoge de manera detallada las cerca de 17 millones de hectáreas que cuentan con algún nivel de protección a nivel de Parque Nacional, Santuario de Fauna y Flora, Área Natural, Reserva Natural o de vía Parque. También constituye un elemento clave para la toma de decisiones ambientales y para la formación de la nueva generación de colombianos que está llamada a preservar el patrimonio natural de la Nación.
La historia de las áreas protegidas en Colombia se inició en 1932, cuando una familia alemana encabezada por Gunther Büch y su esposa, Matilda, constituyó una zona de reserva natural privada en los predios de la finca Meremberg, en el municipio de La Plata (Huila). Con este ejemplo, nació la primera zona de conservación manejada bajo los principios actuales de sostenibilidad ambiental y social.
Tras 82 años, Colombia, uno de los países más ricos en diversidad biológica y cultural en el mundo, ha seguido una ruta que le ha permitido alcanzar reconocimiento internacional en manejo y preservación de la biodiversidad (ver recuadro), con 16’914.618 hectáreas que hacen parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP). En materia de Parques Nacionales Naturales, por ejemplo, la diversidad está representada en 58 áreas naturales que representan 14´254.147,24 hectáreas de superficie nacional (terrestre y marina). Además, 26 de estas áreas mantienen presencia de comunidades indígenas y afrodescendientes.
Sin embargo, de acuerdo con fuentes oficiales, existen en el país otros 40 millones de hectáreas prioritarias de conservación, a partir de 33 estudios realizados en diferentes escalas, que se deberían incorporar para completar la representación de los ecosistemas que caracterizan a Colombia y que constituyen su patrimonio natural. La tarea de la conservación, en ese sentido, apenas comienza.
Áreas Protegidas y biodiversidad
De acuerdo con Julia Miranda, Directora de Parques Nacionales, Colombia es uno de los países más ricos del mundo en biodiversidad, y para proteger y conservar esta enorme riqueza el Estado colombiano ha venido reservando áreas de su territorio para la protección de sus recursos naturales a través del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP). “Allí se conservan ecosistemas estratégicos que prestan invaluables servicios ambientales; son sitios de patrimonio histórico y arqueológico, áreas representativas de la biodiversidad nacional, y guardan especies únicas de fauna y flora. En ellas se produce el agua dulce de la que dependemos para el consumo humano, así como para el desarrollo de la industria, la agricultura y la energía, lo que se constituye quizá en el servicio más notable de las áreas protegidas, ya que cerca de 20 millones de personas reciben beneficios directos del recurso hídrico”, afirma.
Además, agrega la funcionaria, “estas áreas contribuyen a la producción de alimento, pues sirven como zonas de recarga de los recursos pesqueros, a la prevención y mitigación de los efectos del cambio climático global, al mejoramiento de la calidad del aire, a la polinización y al control de la erosión costera. Incluso, estos maravillosos paisajes tienen también un valor espiritual para muchos de los pueblos indígenas, para quienes las áreas protegidas juegan un papel importante en la preservación de su cultura”.
Un documento oficial, completo y de calidad
El hecho de que Colombia cuente con Áreas Protegidas, declaradas y registradas, es muy significativo, pero esto por sí solo no garantiza su conservación hacia el futuro. Se requieren herramientas de divulgación para que el conocimiento del patrimonio natural y su preservación hagan parte de la cultura de todos los ciudadanos. Y en ese sentido, Parques Nacionales se anotó un hit con el desarrollo del primer Atlas del Sistema de Nacional de Áreas Protegidas Continentales en Colombia.
“Esta obra, a escala 1:100.000, presenta cartográficamente los biomas y los distritos biogeográficos de las áreas protegidas que figuran en el Registro Único Nacional de Áreas Protegidas (RUNAP), como un marco de referencia para analizar y evaluar el estado de conservación del país”, comenta Miranda.
El desarrollo de esta publicación contó con el apoyo de la empresa privada. Al respecto, la funcionaria también señala: “Hemos invitado también a importantes instituciones públicas y privadas a unirse a los esfuerzos para visibilizar la importancia de la conservación de estos escenarios. Tres organizaciones aceptaron gustosas acompañarnos en esta iniciativa. Hoy le debo agradecer a Colpatria, a Asogravas y a Pacific, entidades que hicieron posible que esta publicación llegara a los colombianos en un formato ejemplar y con excelente calidad”.
Por su parte, Martín Castro, Gerente Corporativo de HSEQ de Pacific, comenta: “Para nosotros es muy satisfactorio participar en iniciativas como esta, orientadas a divulgar el conocimiento sobre la biodiversidad y conservación del patrimonio natural colombiano. Estamos seguros que será una herramienta valiosa para la divulgación de la cultura ambiental en colegios y universidades de todo el país”.
Insumo para toma de decisiones
Quizá uno de los aspectos más valiosos de la publicación es que se convierte en insumo clave para la toma de decisiones a nivel ambiental en Colombia. Al respecto, Pablo Vieira Samper, Viceministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, manifiesta: “En un país como Colombia se genera gran cantidad de información ambiental con calidades y objetivos diferentes. La producción de documentos como este Atlas, que recoge información oficial con toda la rigurosidad, garantiza que su uso genere una toma de decisiones con la mejor calidad posible. Su publicación permite trabajar a las autoridades, las comunidades y a los sectores económicos sobre una base cierta de comprensión del territorio con elementos ambientales, geográficos y demográficos”.
Finalmente, la existencia del Atlas cumplirá una función pedagógica crucial. “El documento que hoy le entregamos al país se convertirá en una herramienta de conocimiento y de consulta para el sector educativo y, especialmente, para la formación de las nuevas generaciones de colombianos, quienes tienen un papel importantísimo en la conservación a perpetuidad de las áreas protegidas de Colombia”, concluye Miranda.
Fuente: elespectador.com